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Nuevos magistrados y
funcionarios judiciales prestarán juramento este miércoles en la
localidad rionegrina de Viedma. El acto comenzará a las 10 en el
Auditorium del Poder Judicial.
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Enrique José Mansilla, encabezará la ceremonia acompañado del vocal Sergio Barotto, la procuradora general Liliana Piccinini e integrantes del Tribunal de Superintendencia General de la Primera Circunscripción Circunscripción Judicial, además de magistrados y funcionarios judiciales.
Según informó en un comunicado el Poder Judicial en la oportunidad jurará Elsa Filipuzzi como juez de Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Minería; Ana Carolina Scoccia, en el juzgado de Familia Nro. 5; Maria Justina Boeri, como secretaria de Juzgado de Familia Nro. 5; Martín Crespo, como secretario de Cámara del Trabajo y Claudia Lasso Conejeros en la Secretaría Jurídica Nro. 2 de la Procuración General.
rionegro.com.ar
Carmen de Patagones y Viedma son las hermanas disímiles de la
antigua “frontera del indio”, allá donde terminaba el territorio que se
decía “civilizado” y comenzaba el ancho dominio de los pueblos que
habían habitado desde siempre la Patagonia. Las separa, y las une,
precisamente el río Negro, ese caudal que riega generosamente la
Patagonia bajo la sombra reparadora de los sauces que crecen a sus
orillas. A lo largo de más de 600 kilómetros, el río que ostenta el
tercer mayor caudal del país une la región cordillerana con el Atlántico
y da salida a la producción frutícola de su valle, famoso por las peras
y manzanas. De un lado, el río tiene a Viedma, la pujante capital de la
provincia de Río Negro, bien cuidada y siempre lista para renovarse.
Del otro está Carmen de Patagones, que a diferencia de su vecina
prefiere convertirse en guardiana del pasado y lo conserva celosamente
puertas adentro, en los museos, pero también puertas afuera, en la
arquitectura y las tradiciones. “Así somos los maragatos”, resume uno de
ellos frente al bar El Puerto, que se diría intacto desde el siglo XIX y
fuera, en sus orígenes, sede de la Prefectura en Patagones.
UNA HISTORIA CON MAR
La historia de Carmen de Patagones nace vinculada a la navegación: de
hecho, desde 1779 –año de su fundación en pleno territorio tehuelche–
hasta la campaña de Roca en 1879, sólo se comunicaba por vía marítima
con el resto del país. A partir de 1880 se convertiría en el principal
punto de conexión entre Buenos Aires y el norte de la Patagonia, como
puerto de partida de lanas y cueros que le dieron estabilidad y
prosperidad económica durante un largo período. Desde el comienzo del
siglo XX, varias empresas navieras compitieron para dominar el tráfico
marítimo hacia Patagones: entre ellas estaba la Sud Atlántica, de Miguel
Mihanovich, que tenía su propio muelle para la operación de las naves
mercantes. La situación duraría varios años, hasta la apertura del
puerto de San Antonio Este, que terminó por concentrar la exportación de
lanas patagónicas. Había, entre otros motivos, razones geográficas para
este cambio: las operaciones del puerto maragato –nombre que viene de
un grupo de pobladores oriundos de La Maragatería, de la provincia
española de León– siempre se habían visto perturbadas por la “barrera”
del río, es decir un depósito de sedimentos arrastrados por el agua
justo cerca de la desembocadura. La llegada del ferrocarril, en la
década del 20, terminaría por poner un punto final a la actividad
portuaria: el 17 de mayo de 1943 partió el último barco mercante, el
Patagonia, del muelle de Mihanovich. Hoy día el muelle, restaurado tras
un largo período de abandono, es un paseo agradable que ofrece las
mejores vistas sobre el río y sobre Viedma, con Carmen de Patagones al
fondo. En esta época, revolotean todavía por la zona algunas golondrinas
de paso en su vuelo hacia el verano del Hemisferio Norte. Paso a paso,
una serie de paneles recuerda que el día de la inauguración fue un
acontecimiento que “haría época en los anales sociales de nuestros
pueblos”. Lo que ya no queda es el entorno que tuvo alguna vez, con los
galpones de la naviera –hechos de madera y zinc– en torno de las
instalaciones para los buques de carga. Allí mismo, algunas fotografías
de época recuerdan que después del cierre del puerto mercante hubo un
nuevo período de prosperidad gracias a la pesca del cazón, cuyo hígado
se extraía y procesaba en el lugar. Siguiendo el paseo a orillas del
río, algo más adelante un parque recuerda al hijo más ilustre de la
ciudad: el gran navegante Luis Piedrabuena. Su casa natal fue arrasada
por una inundación en 1899, pero el lugar fue declarado Sitio Histórico
Nacional.
UN PAISAJE DE AYER
Aunque los galpones del muelle de Mihanovich ya no están, ni la casa de
Piedrabuena, Patagones se esfuerza en conservar otra parte importante de
su pasado en la Catedral local, un armonioso edificio blanco cuyas
cúpulas sobresalen sobre el perfil bajo de la ciudad. Esa porción de
historia se desarrolló en realidad en las afueras de Patagones, sobre el
Cerro de la Caballada, que ofrece un excelente punto panorámico sobre
todos los alrededores: fue allí donde se produjo la batalla del 7 de
marzo de 1827, entre las tropas de Brasil y las Provincias Unidas del
Río de la Plata. Por aquel entonces, Carmen de Patagones era refugio de
corsarios que complicaban el comercio imperial brasileño: el plan del
vecino Brasil era entonces tomar la ciudad y terminar con los ataques,
para de paso atacar a Buenos Aires por el sur. Sin embargo, las cosas no
saldrían tal como lo habían planeado: las fuerzas brasileñas fueron
derrotadas por las tropas locales en parte debido a su escaso
conocimiento del terreno, el intenso calor y el desierto. Y también por
varios combatientes negros que habían desembarcado apenas tres años
antes, escapando a un destino de esclavitud en Brasil y decididos a no
volver a correr ese riesgo. Los nombres de varios de ellos, entre otros
con apellidos “prestados” por pobladores locales, figuran hoy en una
placa de homenaje en la Catedral. Y al lado del altar, dos banderas del
imperio brasileño recuerdan también el episodio.
El paso histórico por Carmen de Patagones puede seguir por el Museo Histórico Regional, que funciona en el antiguo Banco Provincia, un edificio de 1830 en cuyo patio existe todavía una de las “cuevas maragatas” que albergaron a los primeros habitantes. Allí se refugiaban los pobladores pioneros, excavando la tosca mora del barranco, para protegerse de las inclemencias del tiempo, al encontrarse sin las casas prometidas por la corona española para los colonos. Otra de las cuevas maragatas (de las que hay varias en las afueras) se ve en el Rancho Rial, levantado alrededor de 1820 y que fuera casa del primer juez de paz de Patagones: hoy funciona allí el Museo Paleontológico, un recuerdo de que estas tierras fueron recorridas por naturalistas como el francés Alcides D’Orbigny, que exploró el más remoto pasado sudamericano por pedido del Museo de Historia Natural de París. En una de sus salas transmiten su sabiduría las tejedoras de Agrupasueños, que se encargan de formar a las nuevas artesanas en los secretos del telar: allí se exhiben sus trabajos (como los grandes paños que se realizan tras los dos años de formación) y también las carpetas de las alumnas, con los distintos puntos que es preciso aprobar para progresar con las lanas, los teñidos y los tejidos. Y hay que conocer también la Casa de la Cultura, con sus paredes de adobe, sus techos de tiento y mimbre y sus tejas musleras, donde antiguamente funcionaba una tahona (primitivo molino harinero).
Mientras tanto aquí y allá, afuera y adentro, Patagones sigue hablando de historia: como en la torre del Fuerte del Carmen, que fuera el atalaya de la fortaleza (levantada en 1780 y demolida después de la campaña de Roca) y el pasaje San José de Mayo, una peculiar callecita empinada que baja hacia el río y, aunque se ve impecable, parece no haber cambiado demasiado desde los tiempos de su apertura, allá por fines del siglo XVIII. Pero además, aquí y allá, Carmen de Patagones ostenta varios símbolos masónicos –como la escuadra y el compás– que hablan de otro pasado, menos difundido pero no menos presente, aquel en el que florecieron las logias masónicas en la ciudad junto al río Negro.
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Enrique José Mansilla, encabezará la ceremonia acompañado del vocal Sergio Barotto, la procuradora general Liliana Piccinini e integrantes del Tribunal de Superintendencia General de la Primera Circunscripción Circunscripción Judicial, además de magistrados y funcionarios judiciales.
Según informó en un comunicado el Poder Judicial en la oportunidad jurará Elsa Filipuzzi como juez de Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Minería; Ana Carolina Scoccia, en el juzgado de Familia Nro. 5; Maria Justina Boeri, como secretaria de Juzgado de Familia Nro. 5; Martín Crespo, como secretario de Cámara del Trabajo y Claudia Lasso Conejeros en la Secretaría Jurídica Nro. 2 de la Procuración General.
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BUENOS AIRES. HISTORIA EN CARMEN DE PATAGONES
Con la mirada en el pasado
Carmen de Patagones y Viedma son un excelente
ejemplo de que más cercanía no implica menos diferencias. La ciudad del
extremo sur bonaerense, que mira hacia la capital rionegrina, se apega a
sus tradiciones y ofrece, desde la Catedral hasta el Museo Histórico,
una recorrida por la vida tal como era en tiempos de los pioneros y
cuando prosperaban los secretos de la masonería.
Por Graciela Cutuli
Fotos de Graciela Cutuli
El pasaje José de Mayo baja pronunciadamente hacia el río. Enfrente, el perfil de Viedma.
El Rancho Rial, una antigua casa de adobe con tejas musleras que fue la casa del primer juez de paz local.
El paso histórico por Carmen de Patagones puede seguir por el Museo Histórico Regional, que funciona en el antiguo Banco Provincia, un edificio de 1830 en cuyo patio existe todavía una de las “cuevas maragatas” que albergaron a los primeros habitantes. Allí se refugiaban los pobladores pioneros, excavando la tosca mora del barranco, para protegerse de las inclemencias del tiempo, al encontrarse sin las casas prometidas por la corona española para los colonos. Otra de las cuevas maragatas (de las que hay varias en las afueras) se ve en el Rancho Rial, levantado alrededor de 1820 y que fuera casa del primer juez de paz de Patagones: hoy funciona allí el Museo Paleontológico, un recuerdo de que estas tierras fueron recorridas por naturalistas como el francés Alcides D’Orbigny, que exploró el más remoto pasado sudamericano por pedido del Museo de Historia Natural de París. En una de sus salas transmiten su sabiduría las tejedoras de Agrupasueños, que se encargan de formar a las nuevas artesanas en los secretos del telar: allí se exhiben sus trabajos (como los grandes paños que se realizan tras los dos años de formación) y también las carpetas de las alumnas, con los distintos puntos que es preciso aprobar para progresar con las lanas, los teñidos y los tejidos. Y hay que conocer también la Casa de la Cultura, con sus paredes de adobe, sus techos de tiento y mimbre y sus tejas musleras, donde antiguamente funcionaba una tahona (primitivo molino harinero).
Mientras tanto aquí y allá, afuera y adentro, Patagones sigue hablando de historia: como en la torre del Fuerte del Carmen, que fuera el atalaya de la fortaleza (levantada en 1780 y demolida después de la campaña de Roca) y el pasaje San José de Mayo, una peculiar callecita empinada que baja hacia el río y, aunque se ve impecable, parece no haber cambiado demasiado desde los tiempos de su apertura, allá por fines del siglo XVIII. Pero además, aquí y allá, Carmen de Patagones ostenta varios símbolos masónicos –como la escuadra y el compás– que hablan de otro pasado, menos difundido pero no menos presente, aquel en el que florecieron las logias masónicas en la ciudad junto al río Negro.
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En tanto, la asignación no remunerativa, denominada "gratificación extraordinaria", se abonará en dos cuotas de 700 pesos cada una, en noviembre de este año y enero de 2014. Asimismo se convino en que el salario mínimo del trabajador del sector será de 4680 pesos a partir del 1° de abril, y de 5000 desde el 1° de julio.
El acuerdo, del que participaron la secretaria de Trabajo de la Nación, Noemí Rial; el secretario general del gremio, Antonio Caló, y directivos de las cámaras patronales, tendrá vigencia hasta el 31 de marzo de 2014 e incluye una cláusula de "compromiso de mantener la paz social".
Según confirmaron fuentes empresarias y sindicales, la discusión en torno del porcentaje de incremento salarial para los trabajadores de 24 por ciento ya se había cerrado durante la semana pasada.
Agencisa: Télam y DyN.
La negociación salarial
Miércoles 15 de mayo de 2013 | 01:04La UOM acordó un aumento salarial del 24%
El
acuerdo se firmó anoche en el Ministerio de Trabajo y se convino un
gratificación no remunerativa de 1400 pesos, que se abonará en dos pagos
De cara a las elecciones de octubre, el Gobierno reactivó las negociaciones con el titular de la CGT oficialista, Antonio Caló,
y anoche firmó un acuerdo paritario con el gremio que preside, la
Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que contempla un aumento anual del 24% y
una gratificación extraordinaria de 1400 pesos, que se abonará en dos
pagos.
Luego de una reunión que se extendió por varias horas
en el Ministerio de Trabajo, se suscribió un acta que contempla a
partir del 1° de abril, un aumento del 17 por ciento sobre los salarios
vigentes al 31 de marzo, a liquidarse en la segunda quincena de mayo, y
otro de 7 por ciento a partir del 1° de julio.En tanto, la asignación no remunerativa, denominada "gratificación extraordinaria", se abonará en dos cuotas de 700 pesos cada una, en noviembre de este año y enero de 2014. Asimismo se convino en que el salario mínimo del trabajador del sector será de 4680 pesos a partir del 1° de abril, y de 5000 desde el 1° de julio.
El acuerdo, del que participaron la secretaria de Trabajo de la Nación, Noemí Rial; el secretario general del gremio, Antonio Caló, y directivos de las cámaras patronales, tendrá vigencia hasta el 31 de marzo de 2014 e incluye una cláusula de "compromiso de mantener la paz social".
Según confirmaron fuentes empresarias y sindicales, la discusión en torno del porcentaje de incremento salarial para los trabajadores de 24 por ciento ya se había cerrado durante la semana pasada.
Agencisa: Télam y DyN.
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