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Por: Pablo Wende
Miércoles 8 de Mayo de 2013
Trabajó durante dos años
Acusan de espionaje a una argentina en Wall Street
Se trata de Agostina Pechi, una joven trader de 27 años. Crédit Suisse asegura que la mujer robó informaciónPor: Pablo Wende
Agostina Pechi
Una joven de ascendente trayectoria en Wall Street pasó
de trabajar en la mesa de bonos emergentes de Crédit Suisse a la de
Goldman Sachs. Hasta allí, se trata de un pase laboral como los miles
que se producen anualmente en la dinámica industria de banca de
inversión en Nueva York. Pero en este caso hay una serie de
condimentos: la trader fue acusada de robo de información sensible por
parte de sus exempleadores, es decir el banco suizo. Y completa la novela el hecho de que la protagonista de esta historia es una argentina de 27 años.
Agostina Pechi, recibida en la Universidad Di Tella y que en la Argentina trabajó en la mesa de bonos del Deutsche Bank, antes de buscar nuevas oportunidades en el principal mercado financiero del mundo. Pero su ascenso fulminante parece haber quedado truncado luego del escándalo en el que quedó envuelta. Sólo el año pasado, sus ingresos treparon a u$s 950.000, que obtuvo desde su alto cargo de Vice President para mercados emergentes.
Desde su oficina, ubicada en pleno distrito financiero de Wall Street (11 Madison), donde el banco posee un edificio propio, tenía una privilegiada vista al río Hudson. Mañana se cumplían dos años del ingreso a la entidad, que se produjo el 9 de mayo de 2011, según ella misma señala en la información volcada en las redes sociales. Previamente, había tenido un paso breve por otro banco suizo, el UBS.
Según la acusación de Crédit Suisse, Agostina envió e-mails de su cuenta del banco a su casilla personal. Allí había información confidencial de estructuras financieras en las que estaba trabajando el banco, como gran cantidad de información de clientes. Por lo menos se habría detectado el envío de no menos de 60 de estos correos, según relata la agencia Bloomberg. Además, también imprimió "documentos de transacciones críticas" en las propias oficinas.
El objetivo de la entidad es pedir una orden temporal de la corte de Manhattan para que inhabilite a Pechi por 30 días a pasar de trabajo. Y al mismo tiempo solicitar que devuelva toda la información que habría sido sustraída. Pero probablemente busquen al mismo tiempo inhabilitarla en forma permanente para seguir operando en el mercado financiero neoyorquino.
Prohibiciones
Todas estas conductas están totalmente prohibidas por los códigos de ética que se aplican a los traders en Wall Street. "Las computadoras que están dentro del banco son exclusivamente para uso laboral. No se pueden reenviar a casillas personales. El sistema ni siquiera permite grabar la información en un pendrive para luego pasarla a otra notebook", explicó a este diario un broker de larga experiencia en banca de inversión.
"Pechi robó información y contactos confidenciales de Crédit Suisse durante el tiempo que trabajó en la compañía", señala la demanda presentada por el banco. El plan, continúa, era "competir con Crédit Suisse y pasarles la información a sus nuevos empleadores", es decir Goldman Sachs. La ejecutiva renunció el 2 de abril y le explicó al departamento de Recursos Humanos de la entidad suiza que había aceptado una oferta de Goldman.
El supuesto robo de información confidencial habría comenzado, de acuerdo con la demanda de Crédit Suisse, el 4 de febrero, con el envío por e-mail de documentos con una estructura "altamente confidencial", vinculada a un acuerdo con clientes. El 19 de marzo se detectaron envíos de e-mails con información relevante de clientes, incluyendo muchos que no estaban directamente relacionados con su actividad.
Acusaciones
"No hay ninguna duda de que la base de datos que Pechi se reenvió era y es propiedad exclusiva de Crédit Suisse, la cual se había conseguido con sus propios recursos". Entre las acusaciones, asegura que la ejecutiva se reunía con clientes para llevar adelante negocios que la institución desconocía.
Tras haber abandonado la firma, y antes de pasar a Goldman, Pechi accedió a ser investigada por una empresa contratada por Crédit Suisse. Sin embargo, cuando se localizó la información enviada a su e-mail personal, al día siguiente borró toda la información sin darles la oportunidad a los investigadores de revisar el estado de su cuenta.
"Menos de 24 horas después de haberle notificado el inicio de la investigación, borró toda la información de sus cuentas personales y no pudieron recuperarse", reconoció la entidad bancaria.
Agostina Pechi, recibida en la Universidad Di Tella y que en la Argentina trabajó en la mesa de bonos del Deutsche Bank, antes de buscar nuevas oportunidades en el principal mercado financiero del mundo. Pero su ascenso fulminante parece haber quedado truncado luego del escándalo en el que quedó envuelta. Sólo el año pasado, sus ingresos treparon a u$s 950.000, que obtuvo desde su alto cargo de Vice President para mercados emergentes.
Desde su oficina, ubicada en pleno distrito financiero de Wall Street (11 Madison), donde el banco posee un edificio propio, tenía una privilegiada vista al río Hudson. Mañana se cumplían dos años del ingreso a la entidad, que se produjo el 9 de mayo de 2011, según ella misma señala en la información volcada en las redes sociales. Previamente, había tenido un paso breve por otro banco suizo, el UBS.
Según la acusación de Crédit Suisse, Agostina envió e-mails de su cuenta del banco a su casilla personal. Allí había información confidencial de estructuras financieras en las que estaba trabajando el banco, como gran cantidad de información de clientes. Por lo menos se habría detectado el envío de no menos de 60 de estos correos, según relata la agencia Bloomberg. Además, también imprimió "documentos de transacciones críticas" en las propias oficinas.
El objetivo de la entidad es pedir una orden temporal de la corte de Manhattan para que inhabilite a Pechi por 30 días a pasar de trabajo. Y al mismo tiempo solicitar que devuelva toda la información que habría sido sustraída. Pero probablemente busquen al mismo tiempo inhabilitarla en forma permanente para seguir operando en el mercado financiero neoyorquino.
Prohibiciones
Todas estas conductas están totalmente prohibidas por los códigos de ética que se aplican a los traders en Wall Street. "Las computadoras que están dentro del banco son exclusivamente para uso laboral. No se pueden reenviar a casillas personales. El sistema ni siquiera permite grabar la información en un pendrive para luego pasarla a otra notebook", explicó a este diario un broker de larga experiencia en banca de inversión.
"Pechi robó información y contactos confidenciales de Crédit Suisse durante el tiempo que trabajó en la compañía", señala la demanda presentada por el banco. El plan, continúa, era "competir con Crédit Suisse y pasarles la información a sus nuevos empleadores", es decir Goldman Sachs. La ejecutiva renunció el 2 de abril y le explicó al departamento de Recursos Humanos de la entidad suiza que había aceptado una oferta de Goldman.
El supuesto robo de información confidencial habría comenzado, de acuerdo con la demanda de Crédit Suisse, el 4 de febrero, con el envío por e-mail de documentos con una estructura "altamente confidencial", vinculada a un acuerdo con clientes. El 19 de marzo se detectaron envíos de e-mails con información relevante de clientes, incluyendo muchos que no estaban directamente relacionados con su actividad.
Acusaciones
"No hay ninguna duda de que la base de datos que Pechi se reenvió era y es propiedad exclusiva de Crédit Suisse, la cual se había conseguido con sus propios recursos". Entre las acusaciones, asegura que la ejecutiva se reunía con clientes para llevar adelante negocios que la institución desconocía.
Tras haber abandonado la firma, y antes de pasar a Goldman, Pechi accedió a ser investigada por una empresa contratada por Crédit Suisse. Sin embargo, cuando se localizó la información enviada a su e-mail personal, al día siguiente borró toda la información sin darles la oportunidad a los investigadores de revisar el estado de su cuenta.
"Menos de 24 horas después de haberle notificado el inicio de la investigación, borró toda la información de sus cuentas personales y no pudieron recuperarse", reconoció la entidad bancaria.
Boletín Oficial
Gobierno emitió deuda por $ 3.481,5 millones
El Gobierno emitió en forma directa tres Letras del Tesoro en pesos por el equivalente a unos $ 3.481,5 millones a Cammesa y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Provisional.
El primero de los títulos se colocó por 1.083 millones de pesos (205,1 millones de dólares) a un plazo de 365 días, con fecha de emisión 22 de octubre de 2012, y el segundo fue por 1.800 millones de pesos (340,9 millones de dólares), con fecha de emisión 17 de diciembre de 2012 y vencimiento 15 de enero de 2014.
La tercera letra, por 598,5 millones de pesos (113,6 millones de dólares) tiene fecha de emisión 17 de diciembre de 2012 y vencimiento 15 de enero del 2014, se informó en el Boletín Oficial.
Las letras tendrán una amortización íntegra al vencimiento y fueron colocadas en forma directa al Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional, en el primer caso, y a la Compañía Administradora del Mercado mayorista Eléctrico, en los restantes.
En el caso de Cammesa se establece que la emisión tiene como fin "cancelar, conforme a las prioridades de obra que determine el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), el anticipo a proveedores por las obligaciones relativas a la ampliación de gasoductos troncales".
El primero de los títulos se colocó por 1.083 millones de pesos (205,1 millones de dólares) a un plazo de 365 días, con fecha de emisión 22 de octubre de 2012, y el segundo fue por 1.800 millones de pesos (340,9 millones de dólares), con fecha de emisión 17 de diciembre de 2012 y vencimiento 15 de enero de 2014.
La tercera letra, por 598,5 millones de pesos (113,6 millones de dólares) tiene fecha de emisión 17 de diciembre de 2012 y vencimiento 15 de enero del 2014, se informó en el Boletín Oficial.
Las letras tendrán una amortización íntegra al vencimiento y fueron colocadas en forma directa al Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional, en el primer caso, y a la Compañía Administradora del Mercado mayorista Eléctrico, en los restantes.
En el caso de Cammesa se establece que la emisión tiene como fin "cancelar, conforme a las prioridades de obra que determine el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), el anticipo a proveedores por las obligaciones relativas a la ampliación de gasoductos troncales".
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